Los ojos son
los reflejos que muestra el alma, y la sonrisa podemos definirla
como la voz de nuestro espíritu, esa risa que emana de nuestros
labios en forma espontánea, suave, esa sonrisa que transforma la mirada.
Es un gesto dulce, que transmitirá paz y seguridad, pero a veces la
sonrisa desaparece de nuestras vidas, nos levantamos de mal humor o
preocupados.
Esto debemos
evitarlo porque levantarse con una sonrisa es lo mejor que nos puede pasar, nos
abrirá una puerta a la comprensión, permitámonos el placer de estar más
alegres en el día que esta por empezar, no le robemos tiempo a esa sonrisa,
nos hace bien, nos ayuda, no dejemos vencernos y sacarle a nuestro rostro esa
hermosa expresión de amor, que nuestra cara se marchite con el enojo y las
preocupaciones.
Si nos reímos ante
los inconvenientes diarios les podremos hacer frente a las dificultades y nos
estaremos cargando de esa dulce energía, nos sentiremos más confiados,
seguros y más sanos.